jueves, 10 de junio de 2010

Autoevaluación

Puede ser esta una de las últimas entradas de este blog, videobox34, dedicado a la asignatura de Educación Plástica y sus dificultades de enseñanza y aprendizaje. En ella quiero hacer una recopilación de lo que ha supuesto esta materia, que idea mantenía al principio, y como a lo largo del proceso de aprendizaje he comprendido cual es la verdadera intención de toda educación artística.
En primer lugar me gustaría destacar el momento de saber que tenía la posibilidad de matricularme en esta asignatura, de la cual estuve contenta de hacerlo, porque sabía de alguna manera, que fuera de una manera o de otra, me gustaría. Aunque la única duda que rondaba mi cabeza era que qué significaría lo de dificultades, y casi siempre, bajo el afán de contestarme esa pregunta, caía en el error de limitar a los alumnos en cuestiones motoras, en cuestiones referidas a colores y formas creativas, a la imaginación… de alguna manera esto es así, pero lo que sin duda puedo decir, que la dificultad y el limite lo establece, o se lo pone cada uno, cada mente humana.

Hemos hecho manualidades, con herramientas donde la tijera es un dibujito, la cartulina es una toma del video, y donde los colores pasaban desde la escala de grises o sepias, a colores en cascada que cambian al antojo del consumidor… la nueva era. La era de la información. Estamos de acuerdo que la educación artística se puede fomentar desde numerosos medios, con numerosas herramientas que den cuenta de lo válido y necesario en la vida que resulta su aprendizaje. Por ello, de alguna manera respeto la metodología, pero sin duda quiero dejar claro que no comparto que todo se deba de centrar en ello. No obstante, he disfrutado, he aprendido, he comprobado cómo con unos cuantos utensilios se pueden conseguir proyectos y trabajos bien hechos, llenos de sentimiento, que nos han hecho sentirnos como artistas, y tener la intención de mejorar cada día, o incluso de superarte.

He comprobado igualmente qué se puede hacer con una u otra herramienta, que el formato en el que se presente, de alguna manera te genera uno u otro sentimiento, pero que sin duda, utilices lo que utilices, y lo presentes como lo presentes, tu obra va a ser fruto del pensamiento, cosa que todos compartimos, no el medio o la herramienta, si no el uso de razón, la lógica, la reflexión, la creatividad, originalidad… a la vez que chirria la eterna pregunta de si se entenderá o no lo que se quiere mostrar al público…

De alguna manera, a lo largo de esta asignatura me he contestado muchos porqués, con respecto a ella, con respecto a mi misma incluso, llegando a crecer, a saber lo que deseaba mostrar, digamos, a tener un camino marcado porque las ideas de peso de mi cabeza no dejan pasar cualquier oportunidad para poder expresarse o manifestarse…
Para todo he tenido una reflexión previa y posterior, para todo he manifestado mi pensamiento, porque considero que esa es la esencia que encierra la educación plástica… el hacer pensar a los demás acerca de algo tan cotidiano, que existe en nuestro día a día, tan ridículo, que no nos hemos detenido ni percatado de ello, y cuando lo hacemos nos parece un mundo…


Sin duda alguna, la asignatura nos ha puesto en marcha hacia el descubrimiento, hacia la observación, de la que sin duda se aprende, hacia el conocimiento de nuevos métodos, nuevas experiencias, nuevas maneras de hacer sentir, pero sin duda, ha supuesto el motor y alimento de este mi último cuatrimestre, donde se han despertado conciencias creídas dormidas, donde los más aventureros nos lo hemos tomado enserio desde un principio, pero que sin duda, para ninguno ha pasado desapercibida, y sin duda alguna, habrá cambiado la idea de que la educación artística pueda ser algo abstracto o incomprendido, o incluso liviano o pasajero… o la eterna maría donde apenas se trabaja.

Puedo decir, desde mi punto de vista, que se necesitan más metodologías así, donde el maestro exponga, y cada uno divague hacia donde quiere, o hacia donde la deriva quiere que vayas, pero que sin duda, tu razón estará ahí para llevarte a flote… lo que deberíamos de cuidar con el paso del tiempo, y no dejar que se embote la mente con publicidad barata o comida enlatada que procura ofrecer gente de poco pensamiento…

Sin más, sólo me queda concluir argumentando una calificación, la cual, desde mi humildad no me atrevo a resaltar… aunque mi parte ambiciosa, ansía la matricula. No obstante, sólo puedo decir que he trabajado muchísimo, al igual que cada uno de nosotros, que las ideas han crecido en mi interior y han sido expuestas de la mejor manera posible, generando con ello trabajos de calidad, desde el principio, porque sin duda alguna, Vito “paranoico” Acconci supuso el motor principal y el afán de superación desde el inicio hasta el final, procurando crecer en cada una de las experiencias. Como ya he dicho considero que todos mis trabajos han supuesto un crecimiento, una superación, donde con mayor o menor esfuerzo se han conseguido lograr los objetivos de cada una de las experiencias propuestas. Pues bien, no puedo añadir nada más que estoy satisfecha y orgullosa del trabajo realizado; ante todo porque considero que he crecido con ello, y en definitiva, ignorando la nota final, es lo que permanecerá.

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